ANUARIO DE INVESTIGACIÓN NÚMERO 17
25Enseñar y aprender a escribir en tiempos de IA
Soy docente y, a veces, siento que camino al
borde de un abismo. ¿Por qué este tema no
funcionó? ¿Esta tarea fue poco explicada? ¿Los
estudiantes explotaron todas sus capacidades?
Por ello, me parece que la duda y la resiliencia
son habilidades necesarias en los docentes en el
siglo XXI.
A partir de la investigación que desarrollé,
Aprender con IA, la nueva aula portátil (Juárez,
2024), hago hoy este ejercicio de reexión.
Sigo pensando que la tecnología es una
herramienta más de aprendizaje; sin embargo,
necesita dominio de procesos anteriores, es
decir, formación de habilidades blandas. De
este modo, presento un decálogo sobre cómo
enseñar y aprender a escribir en tiempos de IA.
Primero, un tentempié
Para empezar, propongo dos ideas. Los
estudiantes participan más en actividades de
aprendizaje que les emocionen y eso está
relacionado con que el cerebro aprende
mejor cuando el conocimiento le genera un
signicado (Souza, 2022). Segunda idea, todo
es un proceso. Por eso, los años iniciales de
la universidad deben centrarse en desarrollar
fundamentos, es decir, enseñar a leer y escribir
(académicamente). Según Solé (1998, como se
citó en Morales y Baena, 2015), la lectura debe
dividirse en subprocesos cognitivos: prelectura,
lectura y poslectura; y cada uno tiene sus propias
estrategias de acercamiento. Esto es, también
debemos aprender a leer. En la misma línea, este
decálogo está anclado en las tres fases de la
escritura: preescritura, escritura y posescritura.
Preescritura
En esta etapa, pensamos el público, el lenguaje,
investigamos, organizamos las ideas, las
jerarquizamos, descartamos contenido, etc. Este
es uno de los procesos más complejos porque
acá te enfrentas al desierto.
Regla 1. Vuélvete sommelier
Este es el profesional experto en vinos, los cata
y recomienda; eso lo ha logrado después de un
gran entrenamiento. ¿Qué quiero decir? Prueba
los mejores textos; lee autoras(es) destacadas.
Construye tu base de referentes. Supongamos
que estudias cine, ¿podrías escribir un corto
de suspenso sin conocer al padre del suspense
Hitchcock? Como en la literatura y la música, hay
muchas películas que son escuela; no tienen
que gustarte, es más bien construir una cultura
audiovisual básica.
Escribir se trata de hablar del mundo interior,
pero para eso debe haber contenido valioso,
variado. Por ejemplo, yo uso IA para que haga
listas de referentes. Hace un tiempo, preparé
una capacitación sobre storytelling y rastreé a
los cuentacuentos más importantes de varias
culturas. Esa lista me permitió leer a literatos que
jamás habría conocido de otro modo, sino que
con ayuda de ChatGPT.
Regla 2. Da paseos interesantes, ve
acompañada
Para escribir, hay que vivir. Conversar con
personas expertas ayuda muchísimo a crear
opinión. Esto obliga a pensar si se está de
acuerdo o no. Ir a museos, exposiciones,
conciertos, teatro y consumir cultura te llenará de
sensaciones, opiniones y dudas. Así, tendrás de
qué hablar, contrastarás diversos puntos de vista.
Todo ese criterio de la calle no lo puedes
encontrar jamás en línea o con la IA. Para
redactar, también hay que comprometer al
cuerpo. Por eso, una de las estrategias más
satisfactorias en el aula son las visitas guiadas y la
producción de textos luego de estas.
Regla 3. Reconoce el bien y el mal, sé ético
La ética es la disciplina que estudia el
comportamiento humano relacionado con las
ideas de sociedad que hay sobre el bien y el mal.