
ANUARIO DE INVESTIGACIÓN NÚMERO 16
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¡Hola, mucho gusto! Soy diseñador estratégico
Otros expertos predicen que la tecnología jugará un papel
cada vez más grande del que tiene ahora, dados los avances
tecnológicos que incrementan día con día, y por consiguiente,
el diseño estará presente en estos avances. De igual forma,
es imperante enfatizar en la importancia de la gestión del
diseñador estratégico en la toma de decisiones de las empresas
“para que el diseñador tenga una voz más fuerte, un puesto
más grande en la mesa que solo puede desembocar en una
innovación más signicativa” (Stickdorn, M. y Schneider, J., 2011).
A pesar de que el diseño ha estado vigente por mucho tiempo
en algunos entornos, aún no juega un rol estratégico en el
100% de las empresas y organizaciones. Para los grandes retos
que enfrentamos a diario, es necesario que el diseñador se
integre a equipos interdisciplinarios, poniendo sobre la mesa las
habilidades que lo caracterizan. Según Rowan Conway, profesor
de University College de Londres, el futuro del diseño tiene
que ver con aprender a ser más “adaptativos”, a ser más ágiles,
una competencia muy importante para los futuros diseñadores
(Stickdorn, M. y Schneider, J., 2011).
Para Cat Drew, Chief Design Ofcer del Design Council,
autoridad en el desarrollo del diseño internacional, en el futuro
el diseñador trabajará cada vez más con otros diseñadores
para promover una mirada holística sobre las problemáticas,
y colaborará con otras profesiones como ingenieros, lósofos,
ecologistas, personal de salud, y en tecnología e inteligencia
articial. Los diseñadores no solo se enfocarán en el aspecto
económico de lo que produce, sino también en los impactos
sociales y ambientales; de igual manera, cocrearán con humanos
y no-humanos en el proceso, pensando en las comunidades
empresariales, la inteligencia articial (AI) como parte del diseño
y, por supuesto, en la naturaleza y el planeta (Stickdorn, M. y
Schneider, J., 2011).
Cada vez más la tecnología jugará un rol relevante, integrando
“tecnología cuántica” y tecnología asistida en un ambiente
abierto a la colaboración, con espacios virtuales asistidos por
inteligencia articial. El enfoque en lo local y el desarrollo de
productos “customizados” predominará sobre aquellos de
producción masiva.
Según Don Norman, director del Design Lab de la Universidad
de California y autor del libro The Design of Everyday Things, en
el futuro el diseño debe apegarse más a temas que involucren
la sostenibilidad, a un diseño más responsable y colaborativo.
No bastará diseñar con diseñadores, más bien se debe incluir a
especialistas de varias disciplinas para abordar problemáticas de
una manera más transversal (Design Drives, 2023).
Raquel Pelta, historiadora del diseño española, también
reexiona que ahora los profesionales tienen que enfocar los
problemas de nuevas formas, y para ello han de incorporar
una óptica de investigación que les permita entenderlos como
sistemas, más que como elementos individuales. El enfoque del
diseño ha dejado de ser de “resolución de problemas” y se está
enfocando más en la búsqueda e identicación de los mismos.
Precisamente frente a esos problemas complejos y ante los
cambios que están sufriendo nuestras sociedades, el papel de
los diseñadores y de las diseñadoras «se ha expandido hacia una
interpretación más completa y diversa de las relaciones físicas,
psicológicas, sociales y culturales entre los productos y los seres
humanos», como decía el profesor Richard Buchanan, ya en
1992 (Pelta, 2022, párr. 7).
Por otro lado, ante las consecuencias del cambio climático y
temas de salud como la pandemia del COVID-19, que impactó
al mundo entero e hizo transformar los negocios y en especial
a las personas, no podemos negar que las necesidades se están
volviendo más complejas y que los usuarios también se están
convirtiendo en cocreadores de sus propios diseños.
Siempre en su columna digital “Por el pan y por las rosas”, Pelta
se expresa acerca de la función del diseñador:
No es esnobismo. Simplemente es que estoy empeñada en que
tengamos una mayor visibilidad en espacios en los que, a menudo, ni se
piensa en lo que hacemos porque se nos relaciona, casi exclusivamente,
con unos dominios empresariales o artísticos, en los que no parecen
tener cabida los «grandes temas» que afectan a la humanidad, esas
cuestiones (cambio climático, pobreza, brecha digital, salud, migraciones
masivas, envejecimiento de la población, etc.) realmente importantes y
que son las que tienen que ver con el bienestar de los seres humanos y
con la sostenibilidad medioambiental. (Pelta, 2022, párr. 5).
Para algunos expertos, en el futuro habrá más énfasis en el
diseño inclusivo y regenerativo, será más multifacético, y se
trabajará en niveles sistémicos más complejos de productos y
servicios, pero también de políticas de diseño, contribuyendo
a que las organizaciones cumplan sus objetivos estratégicos y
se relacionen con una diversidad de stakeholders (mapa de
actores).