
ANUARIO DE INVESTIGACIÓN NÚMERO 15
Abierta · Edición 15 · 2021 · Francisco Campos , David López y Sofía Aparicio
56
tiene un signicado especial les permite reconocer de primera
mano las necesidades del mercado con mayor facilidad.
Este hallazgo es importante porque en una actividad económica
diferente, probablemente no podrían reconocer de otra forma
las necesidades presentes en el mercado y con tanta facilidad.
Esta forma de reconocer las oportunidades se corresponde
principalmente con el enfoque de alerta emprendedor, de la
alineación estructural. Sin embargo, resulta relevante señalar
que incluso el emprendedor con un enfoque de desarrollo
predominante también relata una experiencia similar de
identicación de la oportunidad de negocio cercana a su vivencia
personal, pero en las entrevistas hay rastros muy evidentes de su
correspondencia con el enfoque de desarrollo, que se abordan
más adelante.
A partir de esos hallazgos, se puede decir que se trata de
un grupo de emprendedores de corazón, que emprenden
únicamente en rubros que llevan una carga personal y se vinculan
directamente con la realización personal de los mismos. En
contraste con los emprendedores inversionistas, que tendrían la
capacidad de emprender en cualquier actividad porque respetan
el proceso y conscientemente poseen las habilidades para evaluar
y explotar una idea de negocio.
4.3. Emprender con una intuición preparada
De acuerdo con el modelo planteado, la relación positiva entre
el fracaso y la alineación estructural es más positiva para aquellos
con estilo cognitivo más intuitivo que analítico. Esto implica una
relación positiva entre la capacidad para identicar oportunidades
de negocio y el estilo cognitivo intuitivo.
Tener un estilo intuitivo permite arriesgarse a la hora de
emprender, dado que se rigen por su intuición y no por los datos.
Las personas intuitivas se enfocan menos en los detalles, tienen
una perspectiva más holística y utilizan un enfoque abierto para
la resolución de problemas. Los emprendedores se enfrentan
a entornos inciertos donde se requiere tomar decisiones con
poca información y presión. Principalmente estos escenarios son
nuevos, y no hay tendencias históricas ni características especícas,
entre otros elementos, que ayuden a guiar las decisiones. Por ello,
los emprendedores se basan en su propia experiencia e intuición
para incurrir en ideas que pueden ser disruptivas e innovadoras
en el rubro que ya conocen.
Los emprendedores con este estilo demuestran ser más
arriesgados a la hora de tomar decisiones y seguir su intuición.
Son personas que mientras crean en su idea serán perseverantes
para ejecutarlas y hacer viable su negocio. Se consideran a sí
mismas como personas atrevidas y resilientes, con la capacidad de
hacer funcionar una idea.
“Yo no soy mucho de andar pensando, soy de hacer. Yo no soy partidaria
de poner en papel la idea de negocio, y hacer un plan de mercadeo, y
hagamos un focus group. Yo soy de actuar. Si me va bien, me va bien; si
no me va bien, no me va bien. ¡Yo sí soy aventada!, siempre y cuando
sean ideas inteligentes. Soy viva, inteligente, y ando siempre chispa”
(emprendedora alerta-intuitiva).
Los emprendedores entrevistados aseguran que no utilizaron
demasiadas herramientas para evaluar la idea de negocio, ni
muy elaborados como planes de negocio, investigaciones de
mercado, entre otros. Más bien, arrancan la idea con prototipos, el
desarrollo de un “producto estrella”, el contacto con potenciales
clientes, van directamente a la acción para iniciar un proceso de
prueba y error. Ese mismo proceso les permitió capitalizar los
aprendizajes de los emprendimientos previos, que eventualmente
dejaron de operar, para ponerlos en práctica en los nuevos.
Una rma asesora de negocios, un restaurante, una empresa de
accesorios, insumos para pastelería son algunos de los ejemplos
de los negocios iniciales.
Estos aprendizajes no implican un cambio en su forma de
identicar las oportunidades de negocio, basado en su intuición.
Sin embargo, sí parece conllevar un renamiento de esa intuición.
Los emprendedores intuitivos parecen tener una tendencia
a ser pioneros. La intuición, al ser menos informada en datos
duros, les ha permitido ser visionarios hacia el futuro, identicar
tendencias y adelantarse a nichos de mercado donde muy pocos
o nadie está operando todavía. Ideas que, al ser innovadoras, les
permiten posicionarse al ser los primeros o de los primeros en
el mercado. Por ejemplo, una de las primeras pastelerías gourmet,
un emprendimiento social pero con servicios para empresas,
generación de contenido para jóvenes, etc.
El estilo cognitivo intuitivo es una característica común en los
emprendedores, les permite tomar decisiones a través de su
intuición e identicar ideas de negocio a partir de sus experiencias
cercanas personales o profesionales. Además, logran identicar
qué habilidades y recursos propios tienen para poder emprender
en un mercado que es de su interés y tiene potencial para
explotar sus conocimientos.