
ANUARIO DE INVESTIGACIÓN NÚMERO 13
55Ocio digital: uso del teléfono celular en el tiempo libre de jóvenes universitarios salvadoreños
I. Introducción
Las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC) han cobrado una gran importancia en la vida
cotidiana de las personas de todas las edades. A
la fecha, la televisión y el internet son los medios
más consumidos en el mundo, con una pequeña
diferencia entre ellos: la TV con 35.5% y el internet
con el 34.1% (Statista, 2019). Sin embargo,
conectarse al internet permite acceder a formas de
entretenimiento de manera más fácil y variada y nos
permite comunicarnos con muchas personas de forma
inmediata, en múltiples formatos, sin importar la
distancia a la que nos encontremos, lo que dibuja una
tendencia clara a que más pronto que tarde el internet
superará a la televisión. Y ahí, el teléfono móvil tiene y
seguirá teniendo un papel clave.
Los datos del informe Digital 2019 señalan que, en
el mundo, al cierre de 2018, había 5 mil 112 millones
de usuarios únicos de teléfonos móviles para un 67%
de la población mundial (Hootsuite, 2019). Se sabe,
además, que en el mundo existen más de 8.4 mil
millones de líneas celulares (UIT, 2019), mientras que
la población del mundo el año 2018 era de 7.5 mil
millones de personas (ONU, 2019). Es decir, hay más
celulares que personas que los usan. Este crecimiento
se ha mantenido constante en los últimos 15 años.
Esta tendencia se repite en El Salvador: el registro de
las líneas celulares se estima en 9.5 millones (Molina,
2019), en comparación con la población del país
que es casi tres millones menor, lo que equivale a un
159% de penetración.
Tales cifras han llevado a muchos investigadores a
ubicar al celular y el internet como un eje importante
de la vida actual. Existen muchos escritos sobre los
efectos provocados por el uso de estas tecnologías,
por ejemplo, la adicción que pueden provocar en
los jóvenes (Redondo, Rangel, Luzardo e Inglés,
2016). También se ha explorado sobre los usos y las
graticaciones que estos aparatos ponen al alcance
de los jóvenes, a través de aplicaciones que satisfacen
diversas necesidades (Gutiérrez-Rentería, Santana-
Villegas y Pérez-Ayala, 2017). Así, hay efectos positivos
del uso del celular como accesibilidad a la información
de forma inmediata y comunicación al instante en el
trabajo (León, 2019), pero también ha traído muchos
efectos negativos como la falta de atención, el aumento
de la soledad y la modicación de las pautas de
interrelación humana.
En este artículo se pretende conocer el uso del celular
dentro de la vida cotidiana, especícamente en su
tiempo de ocio, en el segmento poblacional formado
por jóvenes de entre 18 y 25 años que estudien en
una universidad privada en el área metropolitana de
San Salvador. La propuesta se desarrolla desde la
óptica de tratar de comprender el uso en el tiempo
libre de los jóvenes universitarios. En ese sentido, este
texto no se concentra en si se le da un buen uso o no
a la tecnología, sino solo en describir las prácticas
alrededor de él, sin entrar en la discusión sobre si
esas son o no ventajosas o positivas.
El tema se considera importante, pues son los jóvenes
quienes han hecho de estos dispositivos electrónicos
el centro alrededor del cual giran muchas de sus
actividades, como se ilustra en el estudio realizado
por la Escuela Mónica Herrera en referencia a la
Generación Z (Carballo, 2018). Además, conocer
cómo se relacionan con los celulares en un contexto
de ocio puede ser de interés para empresas cuyo
target sea este sector poblacional o para instituciones
educativas o docentes que deben socializar a diario
con jóvenes a quienes se les ve continuamente
utilizando su aparato telefónico.
II. La relación tiempo libre y celular: hacia una
denición de ocio digital
Pareciera que determinar qué es tiempo libre es fácil,
sin embargo, a medida que entramos en este tema,
la tarea se torna compleja. Diversos autores han
propuesto deniciones al concepto; sin embargo,
decidimos apoyarnos en el de Rodríguez y Argulló
(1999), quienes lo explican como aquel que no está
determinado por la obligatoriedad. Es decir, según los
autores, es aquel tiempo del que se dispone cuando:
1) No se está trabajando (o realizando una
actividad remunerada) o no se está estudiando
(o asistiendo a clases en el caso de los